Meditamos con ellos para que nos guien al camino de vuelta a casa. De pequeños tuvimos contacto con nuestra verdadera esencia pero al ir creciendo nos acomodamos a lo que se espera de nosotros abandonando nuestro verdadero ser.
Los caballos no ponen máscaras sociales para encajar en el mundo. Por eso sentarse a observar cómo viven y dejar que la experiencia nos cale tiene muchos beneficios para nosotros. Por eso estamos tan agusto en su presencia, nos sentimos libres, sin ser juzgados.., simplemente porque ellos no hacen eso.
Ven a ser caballo tu también. Abre un nuevo mundo de posibilidades gracias a su visión de la vida